Creo que es importante entrando a este exposé de cómo se dan las cosas con el paganismo y la wicca en este lado del charco y más específicamente en Latinoamérica, es bueno dejar claro de dónde vengo yo con esto solo para hacer una separación de los ‘fluffy bunnies’, que abundan ahora en la red y en todos lados, y quien rayos soy yo.
Yo no inicié siendo ni pagana o wiccana, creo que eso debería ser obvio, por allá por los años 80s cuando no había ni celulares, internet ni nada de eso era poco probable que aunque ya estaba establecido este movimiento en Europa y Estados Unidos, el término como tal tardaría un poco más en colarse a Panamá así que es muy poco probable que un pagano de mi época iniciara como tal. En mi caso, y el de muchos otros, la primera exposición a este tipo de temas no está ni cerca de lo que todos ven hoy en redes con dibujitos diosas con vestiditos livianos llenas de escarchita, lunas llenas, estrellitas y esas zoquetadas. Yo, como muchos paganos de la vieja ola, nos iniciamos en este camino como OCULTISTAS.
En los años 80 cuando algo te llamaba la atención había que trabajar para conseguir más información de ello, tenías que ir a la biblioteca, traficar con amigos en la misma onda, etc. Eso era válido para música no comercial, moda (ropa, accesorios), libros de temas taboo y lo que se te ocurra no cuadre en una sociedad latina bien conservadora. Mi casa no era que rebozaba en libros de ocultismo, dura esa con una abuela súper católica, pero si tenía una dosis muy buena de libros de temas alternos y una mamá, que buscando su identidad espiritual pues, pasó por todas las etapas hippiesosas de muchas madres solteras post años 70, metafísica, budismo, espiritismo, tarot, astrología y cuanta cosa, pero mientras ella dejaba todos los temas a medias, como siempre, yo observaba, leía y aprendía de lo que veía y donde iba.
En casa, por otra parte mi tío, con su educación más científica, llenaba la biblioteca de libros de cuestionando temas religiosos y uno que otro libro light que hablaba de temas sobrenaturales, reencarnación, pero esos solo eran más bien tipo periodístico. Todos los libros los devoraba en cuanto llegaban a casa y podía leerlos por que, por supuesto, no eran míos y no debían saber que los leía. Esos libros y revistas fueron mi primera ventana a mi interés por los temas ocultistas, sobre todo las revistas donde si tocaban más del tema y de ahí anotaba lo que me llamaba la atención para buscar más, o sea prensa tu biblioteca. Como las capas de una cebolla, al leer más de ocultismo salen más temas, una cosa lleva a otra, un tema a otro, una sociedad a otra, teoría y otra más y pues así vas aprendiendo más. Si consigues a un amigo que tenga acceso a más información pues ahí entra lo del tráfico de libros o copias, estén pendientes que ese tema lo toco de nuevo en otra entrega más adelante.
Mi intención más que lograr poder, riquezas y dominación, como muchos locos que encontraría más adelante en este camino, lo mío era legítimamente iniciar una búsqueda de conocimiento y enriquecimiento personal por mí. Yo quería encontrar sabiduría profunda y trascendental, algo que ningún otro tema terrenal o científico podría darme de la forma que yo quería. Uno nace para este camino, no siento que haya sido casualidad mi gusto por el tema, las pelas de 16 años piensan en noviecitos y líquidos de uñas no en sociedades ocultas, rituales mágicos, meditación ni eso. Pero así fue que el tema me encontró a mí, mientras muchos solo querían ver MTV y saber la canción nueva de moda.
Ahí lo tienen y es la primera vez que públicamente lo digo, SOY OCULTISTA a mucha honra, latina y mujer, como para terminar que la puerca tuerza el rabo. Exactamente eso soy, la combinación perfecta de terror para cualquier neófito varón, inseguro y latino.
Por eso es que cuando me llegan con mucha pendejada disque: “ay es que me gusta esto de la wicca” yo quiero saber más porque es como taaaaaaan lindooooo…” el hígado se me retuerce y la bilis me fluye (ojo no con todos los pedidos es así). Leen tres awebasones en la red de “wicca” con dibujitos bonitos y creen que ya estuvo con eso. Una cosa es tu creencia religiosa y otra el ocultismo, es ingenuo de parte de cualquiera que te pide que le enseñes querer separar una cosa de la otra pues inevitablemente hay traslape.
Yo no llegue a la wicca porque estaba de moda y se ve pritty postear del tema o porque estoy de pelea con el catolicismo ni nada de eso. El ocultismo solo es la respuesta a mi curiosidad innata por el mundo que me rodeaba, mi espiritualidad es otra cosa completamente distinta, pero eso lo veremos en una siguiente nota…
Quieres saber más? https://en.wikipedia.org/wiki/Category:Occult