Finalmente el día de hoy se hizo oficial, no hay televisión ni manera de ver cable por cajillas en la casa. Hace un año que por razones personales se puso fin a la tele, por seguridad de mi y mi hija, y así se aprovechó para ver como procedían las cosas con ese inesperado proyecto. Parece tonto que dar un paso como este de susto pero uno que creció con ese ruido de fondo no sabe como será, pero a pesar que en lo personal hace tiempo quería darle fin a “la caja boba” no sentí que fuese tan sencillo.
Hace un par de años un contacto de Facebook me comentó mientras hablábamos de algo: “es que no sé de qué hablas, no veo tele”, me pareció súper cool pero a la vez atemorizante alejarme de todo al punto de no tener idea de lo que ocurre en el mundo o a mi alrededor y no entender chistes pero le seguí metiendo mente. Luego del incidente personal y tener que cerrar todo nos fuimos dando cuenta que en verdad la tele no nos hacía falta para nada.
Compre un internet caster para las teles, a mi hija le deje su cajilla pero bloqueé todos los canales nacionales y de películas y se comenzó la desintoxicación televisiva. Ella igual solo veía Animal Planeta así que por ahora todo bien un mejor celular luego nos ayudó a que ni siquiera viera cable. Luego de casi seis meses se hizo evidente que el aparato ese no nos hacía nada de falta, encontramos muchos sitios de películas, otros apps que nos dejaban ver tele GRATIS desde Reino Unido, Netflix y en fin internet es una fuente inagotable de imágenes del mundo, uno que no hay plan de cable que le gane pues está allí para verlo cuando nosotros tenemos tiempo no el servicio malazo ese de cable,
Entre los beneficios de no tener el aparato maligno ese conectado ni cable, empezamos a leer mucho más y allí el remedio a “no estar conectados al mundo”, uno se entera de todo igual con leer o estar en Facebook pero sin el escándalo de los presentadores de noticias ni la chabacanería. Ahora controlamos lo que vemos y escuchamos y yo, que soy sensible a lo auditivo, me trajo mucha más tranquilidad y paz mental. No tenía idea lo que me afectaba ese ‘ruido’, la rabia, cizaña y las estupideces de la televisión nacional, noticieros y demás (lo mismo la radio y periódicos) luego de varios meses de silencio y contacto selectivo leer los estatus de mis amigos me lo hizo MUY evidente.
La última vez que se conectó una cajilla fue con el atentado en Francia, luego igual encontramos un news cast por internet y no nos hizo más falta. Esa cajilla la encendimos al día siguiente y comenzamos a ‘zappear’ canales. Ese día me di cuenta que debía sacar tiempo y llevar esas cajillas infernales a su demonio corporativo original, ese día no conversamos ni nos levantamos de la cama o vimos ni hicimos nada productivo. Cuando esos aparatos no están se ven pelis, documentales y se aprende, con la tele que va es un hipnotizante que emboba y ya no queremos volver a eso.
No estar atados a ese aparato ni horarios de programas ha resultado un éxito total en la casa. Mi hija tiene 9 años y no he tenido problema alguno, con YouTube y especiales educativos, tiene más que suficiente y además ella JUEGA, con juguetes, cosas y crea.
Si nosotros pudimos seguro ustedes también. La tele en Panamá es pura basura, las noticias alteran y son más basura, nos hemos mantenido vigentes y hasta más informados leyendo que escuchando. Por su paz mental y libertad, se animan?
TE FELICITO LEIZEL!!!
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Gracias en eso estamos 🙂
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