Pereza vs Agotamiento Autista (Autistic burnout), por qué importa la diferencia

Mientras hacía de todo en casa hoy sábado por la mañana, me percaté del inusual nivel de energía que parecía tener un día de la semana en el que, usualmente, habría que despegarme de la cama como un chicle duro.  Durante años y a medida que me hago mayor, he visto que mis niveles de energía con súper variantes, un día puedo conquistar el mundo y hacer mil cosas y otros no puedo ni completar las tareas más simples.  En el trabajo era distinto ya que, al tener que rendir, tenía o me obligaba durante esas horas y días a estar a lo más alto de mi rendimiento.  Luego al llegar a casa estando casada, igual mantenía el rendimiento hasta desplomarme en cama tarde en la noche para repetir todo al día siguiente.  Luego de varios días era como caminar en medio de una bruma mental hasta que colapsaba por un fin de semana completo. Ni hablar que mi ex esposo, absolutamente neurotípico, no aceptaba esos desplomes porque: había que ver a los amigotes el fin de semana, y en ese par de días que debía descansar eso nunca ocurría, era una pesadilla, ahora entiendo la razón.

Luego de mi diagnóstico, de aprender más como funciona mi mente y cuerpo autista, estoy agradecida de haberme dado cuenta a tiempo ya que, de haber continuado presionándome para rendir de la forma que usualmente lo hacen los Alísticos (persona neurotípica o NT) todo ese esfuerzo iba a costarme mi salud física y mental.

Entrando en el tema, algo que los autistas recién diagnosticados y los neurotípicos que comparten vida con ellos en la casa, escuela o trabajo deben estar claros es que hay una diferencia entre los términos del título y, por ello, hay que tener cuidado cuando se habla en términos de pereza, cuando un autista no hace o no quiere hacer algo un día o momento «X». Así mismo es bueno que el autista entienda como funcionan sus ritmos, que cosas le drenan energía, como recargarse o evitar exponerse a factores que le afecten.

En mi caso particular, por ejemplo, yo quería ir a la par de mis amigas solteras y luego casadas. Ellas parecían poder hacer todo lo que se denomina “de chica normal” sin mucho esfuerzo. Elegir la ropa del día, maquillarse, combinar accesorios, peinarse (y seguir penadas), comer bien, ir al gimnasio, arreglar la casa, salir con el novio, atender a los hijos y la lista sigue y sigue y sigue… yo, siempre he sido muy cumplida al menos en el trabajo y veía como todo esto hacerlo diariamente ya desde la universidad (en la escuela usábamos uniforme sin maquillaje y ello hacia mi ida más sencilla sin saberlo yo) no solo no me gustaba, sino que cada día se me hacía más difícil cumplir con todos esos requisitos sociales.

Conociendo de las características del “agotamiento autista”, ahora sé que el solo hecho de interactuar con otros en persona o teléfono, manejar mi auto para hacer mandados, trabajar y pensar en los pendientes todo esto para mi cerebro autista no son actividades naturales (que pasan sin mayor atención) si no planificadas (hay que meterles plan y mente consciente) que me drena energía física y mental más que a una persona neurotípica. Sí, energía física ya que al menos en mi caso particular, mis músculos están tensos por la ansiedad que todo ello me provoca por no ser de mi agrado durante todo el tiempo que esto ocurre. Esta tensión muscular agota como si estuvieses en un gimnasio durante todas esas horas, pero no lo percibía porque ni sabía que me ocurría de diario.

A medida que el autista se hace mayor y la energía de la juventud va bajando y es aparente que esto impacta más a la persona. Hoy cada vez hay más estudios de autistas adultos y se conoce más de las consecuencias de la edad mayor y el agotamiento autista, pero ello es otro tema.

Ahora con todo el conocimiento, herramientas de ayuda y soporte de mi familia puedo darme cuenta cuando estoy llegando al agotamiento o evito de antemano situaciones que sé que me causaran esto, siempre que sea posible, la vida sigue y hay veces que es imposible.

Por ello ven que muchos autistas adultos no tienen energía para nada, pero su mente está clara y se sienten confusos por ello y culpables, es agotamiento autista pero no saben cómo les afecta y que no es su culpa estar así.  No se nos puede decir sin más ni más que: “salgas de eso”, “haz algo por la vida”, “no seas perezoso”, ya que es un estado que compromete de mala forma mente y cuerpo. Es algo muy distinto al “cansancio” que siente un neurotípico, es inmovilizador. Nos hiere mucho no poder dar la talla, y si no sabes que eres autista, te crea un estado de mayor estrés que no puedes combatir, porque no sabes a que te enfrentas.  Muchos autistas sufren depresión en parte porque no se sienten adecuados al no dar la talla, no saben que les ocurre y el ciclo continúa hasta que es muy tarde y se diagnostican, pero el daño a la autoestima está hecho.

Pero si ya estás aquí y leíste esto, no todo es triste y perdida. Te daré algunos tips que me han funcionado para reducir el agotamiento autista en mi caso. Recuerda que este mundo no está hecho para los autistas así que no todo puede controlarse para nuestro beneficio, pero si minimizarse y estar al tanto para que el golpe sea menos.

  1. Si debes hacer tareas caseras, distribúyelas durante la semana. No te sobrecargues de tareas un solo día (a menos que eso te guste). En mi caso, darles días separados ayuda a no agotarme físicamente. Ponles recordatorios recurrentes en tu móvil o agenda, si tiene problemas de función ejecutiva y así no olvidaras hacerlas. Prueba distintos ritmos y días hasta que encuentres el adecuado.
  2. Si debes salir de casa, hazlo en lo posible en las horas/días que menos te causen estrés. En mi caso, hago las salidas en la noche ya que el sol, brillantez, tráfico y el calor son mis mayores elementos agotadores. Esto no siempre será posible, pero reducir los que tú puedes controlar harán toda la diferencia.
  3. APRENDE A DECIR NO. Mi caso la ansiedad social es uno que hace que me agote antes si quiera de ir al evento o cita. Afortunadamente, últimamente no tengo muchos eventos sociales, pero de tanto en tanto se me juntan varios y es importante que, si no te sientes bien, digas que NO y te excuses de participar. No es ser malo, es cuidarse a uno mismo.
  4. Iluminación, ruidos e interacción en tu trabajo o casa. Estas tres no siempre son controlables y peor en el trabajo, pero en lo que puedas recuerda que al autista las luces muy brillantes, ruidos constantes/ fuertes y la habladera social son factores que nos afectan muchísimo. Estar en ambientes con poco ruido, baja iluminación o que no supongan mucha interacción o que puedas retirarte a un espacio así para recargarte es importante. También estar consciente que estas en un lugar estresante ayuda a que tomes todo con más calma y medidas para hacerte ese tiempo más agradable pues ya sabe por qué te molesta, el conocimiento es poder. En casa, ya que tienes más control, hazte tu mini santuario de recarga.
  5. Auto cuidado: Este punto es el más importante de todos porque no siempre podrás controlar todas las cosas que te afectan y causan el agotamiento autista, pero siempre puedes tomarte el tiempo para recargarte cuando lo necesites y cuidarte. Y SI lo necesitas porque hay que ser parte de este mundo y sociedad, si eres mama como yo debes cuidar de tus hijos y trabajar para pagar las cuentas. Por ello, separa siempre tiempo del día para bajar las revoluciones o si es posible un día en el que no hagas NADA más que recargarte. No estas siendo vago ni egoísta, es lo mismo que tomar medicinas si estás enfermo o ir a terapia física, y lo es. Quitarse el estigma del auto cuidado, es lo más importante para que funcione.

Espero que esta nota y mi experiencia les ayude y, si no eres autista, entiendas mejor que nos ocurre para que puedas ayudarnos. Gracias a que ahora me entiendo mejor, evito situaciones que me drenan, trato de descansar mejor y hacer las tareas distribuidas de mejor forma. No les puedo decir la diferencia que estar consciente de todo esto ha hecho en mi vida, niveles de energía y rendimiento para mi casa y con mi hija. Cada autista adulto necesita de ajustes diferentes para mejorar su calidad de vida, pero si les exhorto a que busquen el suyo por su salud y la de los que les rodean y aman.

2 respuestas a “Pereza vs Agotamiento Autista (Autistic burnout), por qué importa la diferencia”

  1. […] Pereza vs Agotamiento autista (autistic burnout), por qué importa la diferencia – Diagnósti… […]

    Me gusta

Deja un comentario

Soy Leizel

Bienvenidos a mi blog, ya tengo 9 anos escribiendo mis experiencias aqui y estoy retomandolo luego de 2 anos de ausencia online.

Sigue mis redes sociales